Se llamaba...
Entraba por la puerta aquella que daba al delirio
Caminaba entre la locura y sin perder el equilibrio
Sin buscar a nadie te encontré y no supe que hacer
Al observarte bailar
vi tu cuerpo arder
El vaso de whisky que tenía en la mano duró más de lo debido
Mi excusa era verte contemplado lo que me parecía prohibido
Pero nadie me había dicho tú que podrías ser
La princesa con la que baile hasta el amanecer
Los días pasaron y yo te buscaba por la web
Inútil era cualquier intento pues no te podía encontrar
Baje la guardia y mire por la ventana recordando otra vez
Tu cara sonriente y mi alma queriendo despertar
Recordaste mi correo y decidiste contactarme
Mi frustración se convirtió en emoción al encontrarte
La princesa con la que baile hasta el amanecer
Enciende mi alma y hace mi corazón enaltecer
He paseado por tu cuerpo contemplando el ocaso
Tu mirada despojando de tu ser
Tus manos sostenían la locura de aquel amanecer
Y yo veía en tu cuerpo tu armonía y el placer
Perfecta era la noche que no mezquinaba un paso
Esa noche te sentí tan cerca que no había espacio
He oído un tango donde no contaba una pena
Solo la alegría de sentirte en mi cama
Recuerdo tu cuerpo cuando el aura se asoma
Te hago una canción, un delirio, un poema
Mi tango se emociona con aquella dama
Que el destino te deposite como aquella dama
Enciende los cielos y la luna cuando te siento cerca
Este sueño que sueño despierto se llamaba...