Sonofotlon

miércoles, agosto 30, 2006

La voz anónima. ( Un cuentito para variar...algun dia lo mejoraré)

Desde muy temprano se levantaba a leer los diarios. Ya todos sabían que era una persona muy informada, capaz de entender y resolver todo tipo de conflictos. Hábil en su manera de proceder. Desde su salida y su llegada a su hogar el andaba sin la que la gente se diera vuelta a saludarlo, era como un extraño en su mismo barrio, no exagero si les digo que sus vecinos no sabían quien vivía en ese hogar, puede ser que tampoco le llamase la atención.
Podía hacer movilizar a todo un pueblo con sus palabras.
Se supo que obtuvo muchos homenajes por su labor informativa y literaria..
Cabe destacar que también que por su profesión a lo largo de su trayectoria adquirió cierta comodidad económica, por decir un buen pasar.
Dejo discursos y pensamientos en la mejores universidades del mundo. Tal es el caso que sus pensamientos parecen ser contemporáneos. Frases celebres que citamos siempre.
Un buen día me tope con este hombre sin querer, en una situación cotidiana, nada mas y nada menos que en la barra de un café. Pidiéndole que me alcanzara el cenicero que estaba al lado suyo, empezamos una conversación típica de bar...un poco de fútbol , de política , religión no tocamos por suerte. Sus palabras eran tan convincentes que me quedaba mirándolo con cierta admiración. Además de sus pausas para escuchar mis opiniones y sin desaires de controversias para mostrarme su disensión , sino de una manera mas educativa y creíble.
Creo haberme fumado tres o cuatro cigarrillos mientras conversábamos. Por su parte pidió en ese lapso dos café chicos bien cargados.
No era una persona que se metiera en todas las trifulcas de opiniones que se generan en un lugar así, mas bien era reservado. Solo escuchaba al pasar, parecía que nada afectase su cordura.
Después de haber paseado varios temas de conversación me vino un comentario de un libro Víctor Hugo que no podía conseguir en las librerías que recorrí, creo que fueron cuatro, en el trayecto a ese café. Me pregunto cual era el que estaba buscando, El hombre que ríe.. contesté. Pasaron unos segundos de silencio, miró su reloj y me dijo tengo varias ediciones de Víctor Hugo, si no estas tan ocupado acompáñame a unas cuadras que te lo regalo. Accedí un poco con desconfianza. Mientras caminábamos hasta su casa que no era muy lejos de ese lugar, hablábamos de distintos escritores y resaltaba cada uno de lo que citábamos, Se sabía vida y obra de cada uno. Los mencionaba como si hubiesen sido sus amigos. Una vez que llegamos a su casa, me invito a pasar, dirigiéndome hasta una de sus inmensas habitaciones hasta que llegamos a la mas grande, que la tenia bajo llave. Era una biblioteca gigantesca. Se me ocurrió, en mi asombro, preguntarle cuantos libros tenia, con una sonrisa me contesto muchos. Me quedé mirándolo, como diciéndole no me respondiste con eso. En seguida repuso su comentario, seguido de.... que para él no son números, sino personas que han dejado legado muy importante y que si me podía decir que autores con sus respectivas obras podía encontrar en esa habitación. A mi parecer, y no quiero exagerar, supuse eran mas de cinco mil libros, a groso modo, había eso si una diversidad de ejemplares de todos los tiempos, algunos estaban ajados, pero él los conservaba intactos. Enseguida me trajo el libro, razón por la cual habíamos venido. Lo abrí y vi que era una primera edición . Me quede atónito, no creí que fuera cierto, no entendía nada. Me miró y se sonrió. Siguió hasta la cocina y antes de retirarse me ofreció algo de tomar, acepte un jugo.
Camine sin rumbo por esa habitación llenas de libros y me detuve en una mueble con libros sin autor. Agarré uno y lo leí, me resultaba conocido, pero no recordaba quien era el autor. Lo llame para preguntarle y no me quiso responder. En ese momento se me cruzaron por la cabeza varios autores. A medida que iba avanzando en la lecturas de ese libro sin autor, me llevo inconscientemente a sentir que quién me lo estaba narrando era la misma persona con la que estuve charlando casi una hora en el ese bar. Avance de paginas hasta llegar las paginas finales para ver si encontraba algún dato que hiciera referencia al autor, pero todo fué en vano, lo único que decía al final era..."la voz anónima es la voz del pueblo".
Esa frase me dejo aún mas en la nebulosa.

Volvemos a ser felices.

Ese regazo de flores amarillas
Esas plantas que tienen colores
Muchas veces pensé en regalarte
Querías que sea feliz

Esas manías de pensar en hoy
Esas ganas de no ver a donde van
Tantas ilusiones agazapadas
Querías que sea feliz

Esas caras de niños adolescentes
Esos sueños de marqués
Muchas cosas pasan por tu alma
Dejarme e invitarme a cenar
Seguiremos felices

Súbitamente me despoje de las enmiendas
Preferí rescatarme de los embrollos
Y sumergirme a tu antojo
Desandado las locuras antojadizas
Sacando las espinas de tu ira
Seguiremos felices

Si encontrara mi cama tendida
Al otro día de que te fuiste
Desaparecería toda ilusión
no vería mi cara en el espejo
Sé que algún día volverás
Seguiremos felices

Este pasado se me pone rojizo
Este lunes que abre una mañana
Estar de pie para cuando llegues
Y dejar cubierta de rosas tu almohada
Seamos felices

No mirar quien nos estorba
No negociar que nada es eterno
Sucumbir en el hombro de un recuerdo
Deseando por fin estar de vuelta
Seamos felices

Es muy grato cuando te despiertas
Siempre con buen humor
Para un día que recién empieza
Sacando con el codo a la nostalgia
Volvemos a ser felices.

Solo quiero un poco más.

Pasarás encendida en mil noches
Andarás y no dirás ... solo amanecí
Es para no tener un poco de piedad
Cada cual sabe donde tiene que estar

Sin dejar caer las tristezas sobre la mesa
Sin dejar que las palabras se hagan mudas
Puede ser que un día nos encontremos
Y dejar que las alondras lleguen tarde
No es para hablarlo a esta hora

Solo quiero un poco más
Solo quiero un poco más

Pasarás iluminándome sin reproches
Andarás y veras como no envejecí
Es para ver como se vive sin deidad
Cada cual sabe donde se tiene que acostar

Sin pensar que las culpas no son torpezas
Sin pensar que cada reacciones no son dudas
Puede ser que si entremos
Y llevarse un poco de un día sin alarde
No es para dejarlo en otrora

Solo quiero un poco más
Solo quiero un poco más.

viernes, agosto 25, 2006

Esa muestra de valor no apagamos

Se puede asemejar y pasar desapercibido
Pero demasiado amor para un soltero
Se puede creer en lo posible y concebido
Pero demasiado tiempo en un pasillo austero

Quién no quisiera despertar y estar acompañado
Armar una de historia de imperios
Quién no quisiera dejarse llevar sin estar empañado
Armar un viaje sin improperios

Entre destinos de pérfidos y aparecidos
Esa luz es la que todos buscamos
Entre distintos pérfiles y acaecidos
Esa fuerza que todos llevamos

Se puede manejar y parar con un silbido
Pero el querer no es más que un embustero
Se puede aprender y maniobrar sin estar exhibido
Pero apreciado por no ser certero

Quién no pudiera salir desdeñado
Hacer equilibrios de delirios
Quién no pudiera venir sin ser engañado
Hacer colirios de los lirios

Entre tinos y desatinos parecidos
Esa mustia que todos no cargamos
Entre dinos y destinos esparcidos
Esa muestra de valor no apagamos.

miércoles, agosto 23, 2006

Cambian de habitos

En la vida paralela de estrellas enrojecidas
partimos en vuelos regulares
sobre las tiendas de campañas
suelos de colores boreales
cambian de hábitos

Certámen y encrucijadas
sentidos de cereales
que viene marchando en cercanías
sujetos a los murales
cambian de hábitos

Marañas de las soledades
dejaban de propina las casualidades
los trenes venían con retraso
cuando la virgen daba un sílbido
cambiaban de hábitos

Semblanzas de atrocidades
azulejaban las misas de las catedrales
lejos de que se caigan los murales
que impedían el paso de entidades
cambiaban de hábitos

Una de Manuel

Cada vez que escucho el son de tu respirar
Cada vez que llego hasta el fondo de tu mirar
Ventanas a cielo abierto desesperan tu aura
Golondrina de vida dura
Estos pasajes de penúmbras
Sin billetes de estanciero
Sin caramelos para el encierro
Cuando el alma se vá del vecindario
Deja a la vida de lado contrario
Sus deseos términaban en cigarrillos
Con las ganas de estar más alto que sus cerillos
Tres tazas repletas de capuchino
Tres meses que no atino
Robo un poco de las necedades
Estoy loco sin necesidades
Cambiando de rumbo voy para adelante
Cambiando de mano elijo lo desafiante
Soldados del antojo de no envejecer
Amigos que llegan al anochecer
Pueblos de cultura atiborradas
Barrios de grandeza enfardeladas
Demasiadas abuelas solteras
Para un nieto de carteras
Este colono sin colonizar
Esta paz sin tranquilizar
Millas y millas hasta tu hogar
Sendas y sendas sin dialogar
Cada páramo me hace un descuento
Cada dueto sin terceto
Una vez quise llegar y ya estaba ahí
Una vez quise volar pero me caí
Aprobada la mustia de los duelos
Que dejan sin halitos a sus dueños
Como amparo de un vástago encendido
Como plata de un collar enceguecido
Colgado de la dama sin realeza
Que no tiene belleza
Este cuento no deja nada
Esta calma espera tu llegada.