Sucediéndose sin ser arbítrales.

De qué sirven los consuelos abrumados?
De qué sirven las escarapelas sonrientes?
Para qué se hicieron los recuerdos?
Para qué se juntan los asuntos pendientes?
Si ya el tiempo los ha consumido
Queriendo soportar lo permitido
Un enjambre que vuela sin el limbo
Estorbándose perdiendo el rumbo
Lejanos países sin desenlace
Personas que no pudieron despertar
Desatando los cordones que atase
Iban derrochando egoísmos sin resaltar
Hasta que los atrapó el misterio
No pudieron encontrar el remedio
De qué sirven los cuentos de hadas?
De qué sirven los tormentos?
Para qué se retraen ideas castradas?
Para qué se evaporan los pensamientos?
Si ya el discreto temor ha caducado
Queriendo dejar el paso al nuevo bocado
Un columnista escribió sin errores
Esperanzándose sin temores
Ligaron al por mayor los capitolios
Capitolios de alondras y coloquios
Mares de meces y corales
Los juegos de los mortales
Sucediéndose sin ser arbítrales.